
La Iglesia católica ya probó sus habilidades en el bienestar de lxs jóvenes desfavorecidxs en los años 30 y 40: niñxs y jóvenes enviadxs a centros de eutanasia, sacadxs de los refugios administrados por esta. Con el mismo personal, la Iglesia católica dirigió internados (“centros de crianza”) desde el periodo de la posguerra hasta los 80. Hace poco han salido a la luz algunos casos de abusos, además de explotación de la fuerza laboral de lxs internxs. Además, se revelan semanalmente informes de agresiones sexuales a manos de párrocos, obispos y demás personal eclesiástico contra niñxs y jóvenes a su cargo.
Lxs jóvenes de Berlín no necesitan esta forma de “trabajo social”; por eso, les ahorramos más acosos de esta secta. Esperamos que lxs jóvenes prefieran juntarse en pandillas que dejarse reclutar para una malsana existencia en el mercado laboral carente de derechos.
Nuestra acción está vinculada a la jornada de acción internacional del 14 de noviembre, donde habrá huelga en varios países y, a nivel europeo, se realizarán acciones contra el trabajo y las políticas de la Troika o la Unión Europea.
Nuestro especial desprecio se lo mandamos al jefe supremode la “Juventud Católica Alemana”, miembro de las Juventudes Hitlerianas y asistente de la fuerza aérea en la guerra de exterminación de Hitler, el Papa alemán, Ratzinger.
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