La noche del 1º de Mayo saboteamos una vía de tren en Oregón Central para interrumpir el flujo de mercancías. El Capital depende más que nunca de la metrópolis, del constante flujo de mercancías, servicios, capital, información y cualquier interrupción a ese flujo es una pequeña victoria. Realizamos esta acción en solidaridad con todxs aquellxs que enfrentan investigación, encarcelamiento y la represión en el Noroeste. A medida que nos volvemos más peligrosxs, también crece el peligro hacia nosotrxs, pero no nos acobardaremos ante aquellxs a lxs que les gustaría controlarnos. Realizamos esta acción conociendo bastante bien el alcance de la actual represión política en el Pacifico Noroeste. No porque queramos mostrar nuestro desafío o rabia hacia el Estado; a ellxs no tenemos nada que decirles. Actúamos por amor a nuestrxs compas, que es mucho más grande que nuestro miedo a la represión y porque el amor es una acción, no un sentimiento.
Esta acción fue rápida y fácil. Usando cable de cobre con las puntas desnudas, envolvimos ambas puntas de cobre alrededor del riel y lo enterramos en la sección del medio. Esto envía una señal falsa de que ahí hay un tren sobre las vías, retrasando cualquier otro movimiento hasta que el bloqueo esté despejado.
En solidaridad con aquellxs que resisten al Gran Jurado, aquellxs que enfrentan investigación y aquellxs que, a pesar de los preparativos masivos de la policia y los media, aun consiguieron devolver algo de destrucción a las calles de Seattle.
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