Ante la inminente revuelta que se avecina y visto el nivel general de la
sociedad en la que estamos, nos vemos en la obligación moral de difundir un par
de consideraciones a fin de minimizar perjuicios indeseables a inocentes, o al
menos no tan culpables.
1-La próxima revuelta será
violenta. Esto es así, no hay nada que hacer, mal que les pese a pacifistas y a
futuros aspirantes a políticos del 15-m. Acaso alguien cree que los poderosos
se dejarán arrebatar su parcela de poder sin más? Que dirán, muy bien me habéis
convencido, habéis ganado, a partir de ahora vuestras reglas... Vamos hombre
eso no hay quien se lo trague!!!! Todo intento de cambio real y efectivo,
repito, REAL Y EFECTIVO, vendrá seguido de un aumento exponencial de la
represión, esto quiere decir, desde el intento de dividir la lucha entre
indignados “buenos” y responsables (e inofensivos) e indignados “malos” y
violentos, hasta detenciones, juicios, cárcel y muy probablemente algún muerto
“accidental”.
Pues eso, que será violenta, y como no hay nada que hacer al respecto
mejor empezar a tomárselo en serio.
2- Echad una ojeada al mundo que nos rodea. La gente que te cruzas en
el súper, los “johnis” del parque, las marujas de treinta (mucho peor que las
de 60!!!), los cuarentones de play station, los obreros egoístas e
insolidarios, los seguidores del sálvame, del gran hermano, de la isla de los
famosos, etc... con este percal, fruto del sistema de idiotización masiva que
desde hace treinta años viene imponiendo con mucho éxito el sistema dominante...
si las masas descontroladas son imprevisibles, estas masas descontroladas son
aterradoras!!!!
3- Por fin es vox populi quienes son los amos del mundo, quienes
mueven los hilos, en manos de quien estamos realmente... pues bien, a por
ellos!!! No quiere decir que sirva para algo, pero puestos a desahogarse mejor
a por los bancos y las grandes multinacionales. No es lo mismo quemar el
badulake de la esquina por muy antipático que sea el dueño que el edificio de
la Caixa en la Diagonal, o el Zara de Portal de l’Àngel, o la tienda Massimo
Dutti de Passeig de Gràcia. Puestos a ensañarse hagámoslo con estilo.
4- Somos conscientes que el fuego quema. Si bien para que renazca un
nuevo modelo de convivencia conviene arrasar el actual, tampoco estaría mal que
-sin menospreciar la destrucción masiva de lo existente- empecemos primero con
la destrucción a pequeña escala de los símbolos de lo existente. Es decir,
antes que quemar una manzana de edificios populares en Sant Ildefons, hagamos
lo propio con una comisaría aislada o con un edifio de oficinas del 22@ o
l’Illa Diagonal.... Para poder correr antes debemos aprender caminar.
5-Por último pero no por eso menos importante, mucho cuidado con los
accidentes, no somos tantos como para automachacarnos. Tomad todo tipo de
precauciones, imaginad varios escenarios posibles y tened claro que hacer en
cada caso. Prudencia y cabeza para desbocar la rabia. Y no olviden súper
vitaminarse y súper mineralizarse!!!!
VIVA LA ANARQUÍA CABRONES!!!!!
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