jueves, 28 de junio de 2012

Alfredo M. Bonanno en La Rosa de Foc




El pasado 15 de Junio estuvo por estos lares uno de los rostros visibles del insurreccionalismo, Alfredo Maria Bonanno (Catania 1937) vino a ofrecer una charla en el Old School de Vallcarca para analizar pasado, presente y futuro del insurreccionalismo.
Ante un evento así fuimos muchos los que no quisimos perdérnoslo, y diferencias y coincidencias aparte, por el simple hecho de lo que representaba ya se intuía que podía ser interesante.
El centro estaba lleno, en el patio dónde se ofrecía la charla más de doscientas personas aguardábamos expectantes el discurso del polémico ponente. Bonanno, barba cana, camisa blanca y sandalias tenia un halo de historia viva, y su voz, apenas un susurro con puntuales alzas de emoción e indignación, transmitía un sentimiento de infatigabilidad en la lucha.
Todo esto son impresiones bienintencionadas, sentimiento vago avivado por una necesidad inconfesable de mitomanía, más un respeto por la trayectoria del protagonista, siempre fiel a su discurso, cosa de la que no muchos pueden alardear.
La realidad de la charla, lo tangible, el contenido aprovechable fue un poco diferente a las impresiones preliminares. El discurso fue vago y generalista, no sé si por el cansancio del viaje o por la avanzada edad denotaba cierta falta de entusiasmo, parecía más que hablaba para un grupo de universitarios que acaban de salir del cascarón que no para la flor y nata del anarquismo combatiente de la Rosa de Foc. La charla fue corta, llena de frases hechas y lugares comunes, en otras palabras, (y con todo el respeto) “ni chicha ni limoná”. Quizá esperaba no ser el protagonista de aquel evento y cederle el protagonismo al debate posterior..., -inciso-, si de verdad creía Bonanno que podía ceder el protagonismo a cualquier cosa que no fuera él mismo en una charla suya en Barcelona, la única que recuerdo en años, en fin que era imposible no acaparar el protagonismo de un evento así aun trayendo un equipo de cheerleaders, dos elefantes albinos y un zeppelín aerostático...,-fin inciso-.
Retomando..., final de la charla..., la gente algo perpleja..., inicio del debate..., silencio..., nada..., la perplejidad se cortaba en el ambiente con un cuchillo..., las primeras intervenciones tocando los típicos tópicos, de si la necesidad de organización, que si la CNT esto, que si los insus lo otro, (Bostezo...)...
Menos mal que la cosa se animó y O rei dos insus cayó en sus contradicciones.
Aún estando de acuerdo en gran parte de su discurso quedó palpable que Bonanno se ve superado por su personaje. Tantos años de hostigamiento tanto desde el anarquismo institucional como del Estado, han hecho que se cree un muro de principios infranqueable, así que a la hora de abrir las miras y comprender otras sensibilidades (y no me refiero a las confederales precisamente) se cierra en banda, y se indigna, ¡vamos que si se indigna!. Así que en su idea de rechazo a las siglas y comunicados es capaz de menospreciar la acción de compañeros por el simple hecho de sacar un comunicado. Años de críticas feroces han creado un muro impenetrable, y dentro se encuentra un personaje cuyo ego devora al propio Alfredo.
Podemos estar o no de acuerdo con la FAI (informal), entender y/o compartir sus diversos comunicados (pues cada grupo de la FAI (informal) tiene su propia idiosincrasia) o no, se puede discrepar en la forma, el momento y el lugar, pero no podemos dejar de reconocer el mérito de ser un motor en la difusión de la lucha, un punto de referencia para individualidades y grupos de afinidad que a miles de kilómetros y sin conocerse físicamente unos con otros se reconocen en la complicidad del ataque y golpean, se reconfortan y animan mutuamente en un mundo invadido por la oscuridad, la mediocridad y la inacción. Tras años de letargo el movimiento anarquista sale de despachos sindicales con olor a naftalina y se llena de vida, la acción se expande por medio mundo desde Indonesia hasta Chile, pasando por Ucrania, Grecia, Italia, Perú, Bolivia, México, Estados Unidos, etc. La llama de la anarquía toma fuerza, miles de compañeros antes aislados se reconocen en un proyecto y se lanzan a la aventura de la revolución. La lucha deja de ser algo tedioso y rutina de abnegado militante para golpear al sistema de muerte que nos asfixia y extender la revuelta. Está claro que no todo son “flors i violes”, pero como anarquista me llena de esperanza ver el cariz que toma la lucha anarquista llena de vida de nuevo por todo el mundo.
Es más que probable que nada de esto hubiera sido posible sin la aportación de Bonanno a la lucha. Sus libros, revistas, acciones han sido fundamentales a la hora de avivar la llama de la anarquía. Es por eso que no deja de decepcionarme que por una diferencia en una cuestión de forma no tanto de fondo como el hecho de usar unas siglas (que no una organización) o por la publicación de comunicados, que en cierto modo son discutibles, no son cuestiones de base como para cerrarse en banda y renegar de la acción de tantos compañeros que se reconocen en el proyecto de la FAI (informal).
Tema FAI a parte, el hecho de que Bonanno pasara por la ciudad sirvió para reabrir debates, comentarios, opiniones, encuentros y reencuentros y ya sólo por eso valió la pena que el hombre se pegara el viaje.



Salud y Revolución social.

No hay comentarios:

Publicar un comentario