$hile: Escrito de Carla Verdugo desde la torre 5 de la cárcel de San Miguel
Para familiares, amigos y compañeros
Además de entregarles mis sinceros respetos y saludos fraternos debo contarles:
Que desde el día martes 25 de septiembre habito la torre 5 de la cárcel de San Miguel que hoy funciona como centro de detención femenina. Las 160 mujeres que aquí vivimos cumplimos largos meses de privación de libertad.
En lo particular ha sido sumamente perturbador este cambio, ya que el día 16 de abril estuve recluida en la sección especial de alta seguridad del centro penitenciario femenino de Santiago; pero entiendo que las dinámicas de la cárcel cuentan con la volubilidad de nuestra condición de presas. Por lo pronto me encuentro bien de salud y de ánimo, como siempre querida y acompañada, incansable en la lucha cotidiana dentro de este espacio carajo que encierra nuestros cuerpos. Pero no así nuestros sueños o expectativas.
Aún más perturbador que el cambio de lugar de reclusión o de rutina ha sido reconocer de forma tan evidente el dolor y la muerte “la cárcel es un lugar de control, castigo, opresión y muerte”, parece estar escrito en cada muro, en cada barrote.
La violencia se agudiza en la memoria, ningún día quiero olvidar que 81 hombres dejaron sus vidas aquí; que 81 historias terminaron abruptas, consumidas entre las mismas rejas que puedo tocar y que se encargan de confinarme.
En la memoria están y en la memoria permanecerán, aquellos 81 y otros tantos muertos y torturados en las cárceles del Estado. Sus nombres son mi nombre, sus hermanos son también mis hermanos y sus madres son la mía.
Entre tanto, y defendiendo la alegría, cumplí hace muy poco 32 años y sentí cada muestra de cariño aún desde las mas agudas distancias o las mas escuetas cercanías que permiten las visitas.
Por el viento que viaje el amor a mis hijos, a mis hermanos, a mi compañero y mi madre.
Tranquilidad y Fuerza en estas circunstancias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario